Tomás
Alejandro Cortés Cortés.
Pilar
de nuestra familia
Un 9 de
agosto de 1902, cerca de la iglesia en la centenaria aldea de Carén, nació
Tomás Alejandro Cortés Cortés. Hijo natural de don Luis Alejandro Pizarro
Aracena y doña Eloísa Cortés Araya.
Vivió
Los primeros años de su infancia al lado de su madre, hasta 1912, cuando su
padre lo retiro para llevarlo al cuidado de su abuela doña Rufina Aracena de
Pizarro, con quien permaneció varios años, siendo esta una de las etapas mas
sufridas, ya que lo hacían trabajar demasiado, incluso sin ser adecuados para
su edad, y además no permitiendo recibir la educación necesaria. Estos años de
esclavitud como dijo él, las compartió con su hermano de Padre Oscar Díaz.
Un día
de noviembre de 1921, buscando la forma de abandonar la casa de sus abuelos,
viaja al regimiento Arica de La Serena, para presentarse como voluntario para
realizar el servicio Militar. Aunque no fue aceptado como recluta, le fue favorable
el viaje, ya que aprovecho de no volver a donde sus abuelos, pasando a ser un hombre independiente. Con su
montura al hombre salió a recorrer los caminos, que al tiempo después eran
parte de su vida.
En su
improvisado destino, llegó en enero de 1992 a Las Ramadas de Tulahuén, con don José
Narea para cuidar las cosechas. Por responder a los trabajos encomendados en
marzo del mismo año le fue dada la tarea de Administrar la hacienda, hasta 1928
cuando se retira. Esta etapa de su vida le fue muy importante, ya que comienza
a organizar su vida, adquiere algún ganado y dinero, y además aquí deja sus
primeras semillas: José y Efraín.
En
1930, se emplea como administrador en Sotaquí, con don José de Canihuante hasta
principios de 1932, donde pasa a ser capataz de las cordilleras de Tascaderos y
Calderón, retirándose en Junio de 1932, con todo su ganado que aprovecho de
criar.
El 22
de junio de 1932, le ocurre algo muy importante en su vida, contrae matrimonio
con Graciela del Carmen Cortés Julio, quien participo en todos sus sufrimientos
y alegrías.
En
1934, compra en Pulpica un pedazo de
tierra, por lo que tiene que vender todo su ganado, hecho que le significo
vivir en lo propio, según sus palabras.
En 1935
hasta 1949, se emplea como corredor del Rio Grande, trabajo que le hace
recorrer desde donde nace el rio hasta el pueblo de Juntas. Este empleo le
permite conocer mucha gente, pasando a ser una persona muy apreciada por todo
el valle.
En 1951
trabaja con el Sr. Vicuña hasta 1956 en el fundo del Maitén, teniendo ahí
contacto con el Sr. Aros quien le dio facilidades para ocupar los pastos en sus
cordilleras. Desde 1956 se retira definitivamente como empleado y comienza a
trabajar en forma independiente, en la ganadería y agricultura por lo cual
compra una serie de propiedades.
-La pulpica a don Damián Julio en 1949 -
En Pulpica a A. Barrios en 1964
-Palermo a Bertina A. en 1954 - En Pulpica a A.
Barrios en 1970
En
1976, muere su inolvidable esposa, noble mujer que siempre le ayudo en la
búsqueda de la felicidad, incluso además le entrego seis
hijos: Horacio, Edmundo, Julieta, Delfina, Raimundo y Víctor. Anteriormente al
matrimonio había tenido a los hijos José y Efraín.
Desde
este año ha pasado la mayor parte del tiempo en soledad, solo, en el recuerdo
de sus viejas aventuras, que un llenaron de satisfacción. En sus sueños quería
regresar, más su edad lo despierta, entregándole una sonrisa amarga, que muchas
veces lo llevaba al dolor.
Pero un
día, olvida sus años y vuelve a ser joven. En 1986, de diciembre a la edad de
84 años contrae nupcias por segunda vez con Graciela Michea, causando la
sorpresa a mucho y molestar a algunos. Sin
embargo, al poco tiempo después, nuevamente la sorpresa, se separa.
A la
edad de 85 años luchando con la vejez y
la enfermedad que aparece y como un rayo se desvanece, para luego volver a aparecer,
mas con su espíritu de joven vuelve a renacer, para recorrer con su cuerpo
pequeño las bulliciosas calles de carén de ayer y de hoy.-
Sin
embargo, a los días después expira por ultima vez, en la madrugada del 20 de
septiembre de 1987, dejando un gran vació en el pueblo de Caren.
Hoy la
cantidad de nietos y bisnietos todavía recordamos a mi abuelo, con sus
enseñanzas, valores y fuerzas de emprendimiento.
Un gran
hombre.
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