Antecedentes llegada españoles Región de Coquimbo

Estos valles en sus comienzos estuvieron habitados por aborígenes Diaguitas, los cuales tuvieron una cultura basada en la agricultura y cerámica, ya que cultivaban varias especies como también construían diversos utensilios para el hogar o para labranza, algunos de ellos en metal.

1) PERÍODO PRECOLOMBINO:
Estos valles estarían todos en sus comienzos habitados por aborígenes Diaguitas, los cuales tuvieron una cultura avanzada, especialmente en la cerámica y agricultura, ya que cultivaban varias especies y conocían la metalurgia la que servía para construir diversos utensilios , especialmente de labranzas . Emplearon el riego sobre terrazas enclavadas en las laderas de los cerros; a lo que los españoles a su llegada denominaron andenes. De allí el nombre de nuestra cordillera “ANDES”
Con la invasión Inca, estos perfeccionaron su técnica, e introdujeron el lenguaje, las costumbres los instrumentos de labranza y construcción.
A la llegada de los españoles a Chile encontraron este panorama social y cultural en esta zona de Coquimbo y Atacama. En ese entonces, la flora nativa era rica y variada, pero los nuevos cultivos de árboles y especies traídos del Viejo Mundo se fueron abriendo paso entre las especies autóctonas.
Los historiadores españoles casi no mencionan antecedentes de los indígenas del norte , salvo el relato de Marino de Llovera , quien se refiere a un acontecimiento ocurrido a la llegada de los primeros españoles y los Indios de Coquimbo y Atacama .
Dicho relato aparece en la obra del arqueológo F.L .Cordely , fundador del Museo Arqueológico de La Serena titulado “CULTURA DIAGUITA CHILENA” y “CULTURA DE LOS MOLLE” (1). La lectura del siguiente fragmento nos permitirá tener una visión un poco más precisa de la organización social de nuestros antepasados durante la prehistoria , por lo menos durante el dominio inca similar debió de haber sido el sistema de vida de los indios de los valles del interior de la región .
En 1535, tres (3) intrépidos españoles : Juan Sedizo , Antonio Gutierrez y Diego Peréz del Río recibieron orden de su cuartel general en Cuzco de ir a Tupiza (Bolivia ), para interceptar el convoy del tributo ,que los indios de Chile tenian que mandar ese año al Inca . La Expedición de Almagro ya estaba en preparación y se quería evitar que el tributo cayera en manos de los antiguos amos del Perú.
Como los tres (3) españoles no encontraron en su trayecto el convoy con el tributo, se dejaron conducir por perdidos guías, de seguir a Chile por el despoblado de Atacama, llegaron al Valle de Copiapó, después de las consiguientes penurias sufridas en el desierto, cuya extensión calculaban en 120 leguas.
Aquí fueron bien recibidos y atendidos y uno de ellos Juan de Sedizo , que hacia de cabo y que se había ello muy práctico en la lengua quichua dio a los habitantes noticias de los sucesos del Perú y de la próxima marcha de la expedición de Almagro hacia este país .
De aquí hicieron lo mismo en el Valle del Huasco y enseguida en el de Coquimbo. Las noticias de que eran portadores estos hombres tan extraños para los indios hicieron creer a estos que los españoles venían animados para ayudarles y liberarlos del tributo del Inca, tanto más que les dijeron que en la expedición que iba a venir, vendrían varios miembros de la Casa Real del Inca (el Graartas, un sacerdote Villac Umo y el Principe Paull Tupac). Todo eso había constituido para que los tres animosos soldados españoles se captaran la benevolencia de los nativos a cuyo efecto juntaron cuatro mil fanegas de maíz, mataron otros tantos guanacos de los cuales hicieron charqui y quince mil perdices de las cuales hicieron cecinas, etc.
Como la expedición de Almagro tardara en llegar, los tres soldados resolvieron escribir cartas en duplicados, imponiéndole a Almagro de todo lo que habían hecho para su expedición. Dos de ellos salieron con las cartas, quedando el tercero en el Valle de Coquimbo, calculando que la expedición de Almagro había de tomar uno de los dos únicos caminos que conducía a Chile , uno de los soldados se metió al desierto , siguiendo la vía construida para el Inca y colocó la carta en lugar donde pudiera ser vista y el otro atravesó la Cordillera y fue a colocar en el camino a Tucumán , esta última fue la que encontró Almagro antes de cruzar la cordillera .Vuelto los dos jinetes de colocar las cartas , se unieron en Copiapó donde les esperaba el tercero pero como los meses pasaron sin que llegase la expedición que ellos habían anunciado y para lo cual habían hecho acopio de meses, el cacique Aníen , Gobernador de Coquimbo y el cacique Mercandil , creyendo haber sido burlados por los tres españoles , acordaron darles muerte, en cuyo acto tuvieron participación algunos Jefes del Valle de Copiapó .
Por fin, después de increíbles penurias , llegó la expedición de Almagro a Coquimbo , donde fue bien recibido por los indios y por el cacique gobernador.
Almagro pudo averiguar todo lo referente a la muerte de los tres soldados españoles, pero esperó el momento propicio para vengarlos, estableciendo muy buenas relaciones con los indígenas.
Pronto se presento una ocasión para efectuar la venganza. Llegaron a reunirse los destacamentos que habían dejado en Copiapó y en Huasco trayendo algunos indígenas comprometidos en la muerte de los tres jinetes. Entonces Almagro, aparentado desentenderse del crimen ejecutado, ordenó sólo que los vigilaran.

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